7 de agosto de 2013
Dia de San Cayetano patrono del pan y el trabajo
El origen de la fiesta se encuentra el recuerdo del día de la muerte de San Cayetano, el 7 de agosto de 1547. Su vida se caracterizó por la ayuda a los demás, a su entrega a las personas más necesitadas y sobre todo destacó por cómo vivió de una manera tan austera, entregando todo lo que tenía. Es un día en el que se conmemora a la persona de San Cayetano, e invita a los fieles a seguir su ejemplo de ayuda y entrega a los demás. Se realizan procesiones, misas, entrega de flores en su recuerdo.
Estudió derecho en la Universidad de Padua y recién terminada la carrera fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Es a partir de ese momento cuando comienza una vida de reflexión, filosofía y a los 35 años fue ordenado sacerdote.
En Roma creó la asociación “Del amor divino” cuyo objetivo enseñar a los socios a llevar una vida de ayuda a los demás, sobre todo hacia las personas enfermas y a todas aquellas que no se valían por sí mismas. En Venecia creó un hospital para los enfermos terminales que sin tener ningún tipo de esperanza de vida, los cuidaba hasta el final de sus días.
Comienza una vida de dedicación y de entrega total y absoluta hacia los demás. No quiso seguir con la vida acomodada que familiarmente tenía. Para él lo más importante era ayudar y servir a los demás, todo los ajeno a esto, era algo superfluo y no necesario para poder vivir en plenitud.
A lo largo del tiempo se fue desprendiendo de todos y cada uno de sus bienes entregándoselo a los más pobres. Él no concebía la idea de llegar a vivir mejor que Cristo, el cual fue humillado y despreciado. No necesitaba ningún tipo de reconocimiento ni de honore cuando miles y miles de personas lo estaban pasando muy mal.
En su vida creó varias asociaciones como la de “Montes de Piedad“, la cual prestaba dinero a aquellas familias con verdaderas dificultades económicas que no podían dar de comer a su familia y acababan muriendo de hambre. Además de toda esta ayuda, siempre que podía se acercaba a visitar a las personas que se encontraban en un hospital para darles esperanzas y ganas de vivir a aquellas personas con el ánimo muy bajo, dar aliento a todos aquellos que necesitaban que alguien los escuchara, etc.
Dentro de su vida de entrega y generosidad hacia los demás le ocurrió en su vida un episodio en el que se siguió comprobando la buena persona que era. En Nápoles un señor quiso regalarle unas fincas para que pudiera seguir viviendo de las rentas con los suyos, San Cayetano sin pensárselo ni un momento, rechazó todo lo que el señor quería regalarle.
Le agradeció el gesto que había hecho, pero para él, daba igual estuvieras donde estuvieras porque Dios es siempre el mismo y por ello la ayuda, entrega, esperanza y generosidad hacia los demás tenía que seguirla llevando en su vida, no podía quedar nadie desatendido por empezar a vivir de rentas y olvidarse de los verdaderos problemas a los que se enfrentaban familias, enfermos, etc.
Miércoles, 07 de agosto de 2013
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