14 de agosto de 2012

Un poderoso destructor británico arribó a Malvinas

Uno de los barcos más poderosos de la flota británica, el HMS Dauntless, llegó a las islas Malvinas como tramo final de un viaje de seis meses que ya lo llevó por el oeste de Africa.




El destructor HMS Dauntles es uno de los barcos más poderosos y modernos de la flota británica que visita el Atlántico Sur



El destructor, con capacidad para trasladar misiles antiaéreos de alta tecnología y unos 60 efectivos militares, está en el Atlántico Sur para realizar "ejercicios de rutina", según el Ministerio de Defensa británico.



Sin embargo, su presencia refuerza las denuncias argentinas por la militarización de la región. El HMS Dauntless se convirtió en el primer destructor tipo 45, una serie de barcos de guerra de última generación de la Royal Navy, que visita el Atlántico Sur.



Su viaje ya había despertado controversia cuando fue revelado a fines de enero, en medio del 30º aniversario de la guerra y de un aumento de las tensiones entre Buenos Aires y Londres por la soberanía de las islas.



El buque partió el 4 de abril pasado desde Portsmouth, uno de los puertos navales más importantes de Inglaterra, ubicado al sur del país.



Su misión de 6 meses lo llevó primero a países del oeste de Africa como Sierra Leona, Ghana, Nigeria, Senegal, Costa de Marfil y Angola.



También estuvo tres semanas en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde le realizaron tareas de mantenimiento y desde donde partió hacia Malvinas.



La semana pasada el destructor tuvo un breve paso por Tristán de Acuña, un archipiélago de dependencia británica y luego se fondeó cerca de Puerto Argentino.



Hace tres semanas el gobierno argentino renovó su reclamo contra la militarización de la zona, al condenar los ejercicios militares que el Reino Unido llevó a cabo con el lanzamiento de misiles desde las Islas Malvinas.



Argentina y Gran Bretaña profundizaron este año el enfrentamiento político y diplomático en torno a la soberanía del archipiélago sur, con cruces dialécticos que involucraron a la presidenta Cristina Fernández y al premier británico, David Cameron.