“Los hermanos Franco son vecinos nuestros. Ni pensábamos que iban a colaborar con Sandoval para matar a mi hija”, dijo la mujer a Canal 26. Conmovedor testimonio con detalles esclarecedores.
“Ese tal Marcelo Alejandro ‘Yaqui’ Sandoval fue el que la estranguló. Había amenazado con matar a Yésica y a su exnovio con matarlo. A ellos mismos les dijo en su propia cara que los iba a matar. Se dedican a robar. Nadie los quiere”, dijo la madre de Yésica Muñoz, la chica de 16 años, que fue hallada muerta y ultrajada en una calle del barrio Bicentenario de la localidad de Esquina, a 350 kilómetros de la capital correntina.
Por el crimen hay cuatro detenidos y uno de ellos confesó el hecho. el delator fue Cristian Javier “Tucu” Franco, un joven de 18 años, hermano mayor de otro detenido; “Boli”, de 17 años que también declaró y dio detalles. La revelación incriminó también a “El Goyano”, cuya orden de arresto fue solicitada por el fiscal que instruye la causa; su aprehensión fue dada a conocer ayer por este diario. En ese relato -siempre en base a la nota periodística que cita fuentes policiales oficiales- los cuatro sujetos “Yaqui”, “Tucu”, “Boli” y “El Goyano” raptan a la víctima y la llevan hasta una zona de pinos, donde imperaba la oscuridad: la violaron varias veces durante la madrugada del miércoles 20; resistía, la golpeaban con los puños y otros le daban puntapiés. Al fin, antes del alba, “es estrangulada por ‘Yaqui’ Sandoval”.
“Los hermanos Franco son vecinos nuestros. Ni pensábamos que iban a colaborar con Sandoval para matar a mi hija. La mataron porque el exnovio apuñaló al amigo del ‘Yaqui’”, dijo la madre de la víctima a Diego Codini, Melisa Zurita y Graciana Olivieri de “26 Directo” de Canal 26.
“La amiga siempre la acompañaba hasta mi casa y cuando la mataron no lo hizo. Para mí tiene responsabilidad”. En el ocaso del martes 19, Sandoval estaba en su casa junto a los hermanos Franco (domiciliados en una vivienda lindante) y vieron pasar a Yésica rumbo al barrio 80 Viviendas. Fueron al comercio de “El Goyano”, distante a unas cuadras, y mientras bebían alcohol “idearon el plan” para interceptarla a su regreso. Alrededor de las 2, Yésica pasó por ahí junto a una amiga. Se dirigieron hacia el pinar; acortaron camino por un descampado y se escondieron detrás de un tala”. Tras la despedida de las chicas, atacaron.