21 de octubre de 2014

Quintana, el amigo de todos

Abel “Ratón” Quintana, el amigo de todos, quien luego de 41 años de servicio en la Escuela Normal como Portero, se jubila y cuenta su historia para Actualidad Esquina.
“En la década del 70’ empecé haciendo suplencia, fui titular en el año 78’, en la época de los Militares fui nombrado, tenía 33 años”.
“Vine en el 70 de Buenos Aires, en abril vine a pescar, en esa época vivía en Florencio Varela, vine con unos amigos y dos camioneta, cuando llegue acá estuvimos una semana en Guayquiraro, yo no vine, ellos vinieron a buscar hielo y otras cosas, y una tarde ya estaba todo listo para ir mi valija en la camioneta, les dije que me iba a quedar que iba a llevarle unas flores a mi mama y el fin de semana me iba de vuelta, llegue acá el domingo, el lunes a la mañana aparece Pedrito Vega, el es el culpable  y estoy agradecido a él también por haberme hecho quedar, porque yo soy feliz acá”.
“Me dijo para jugar en Sportiva que si me quedaba, yo le decía que no, que me iba a ir,  le dije que venga un sábado que yo domingo me iba, esa noche no pude dormir pensando si me quedaba o me iba y decidí quedarme”.
“En esa época la mama de los Baldassini donde paraba yo, era portera de la escuelita quemada, mientras quede a jugar acá fui a ayudarla a ella allá, y en esa época la señora de Enrique Ramón era Directora de la quemada, y Enrique en la Normal, cuando faltaba un portero acá yo venía de allá, conozco toda la escuela, arriba hay recovecos que nadie conoce”.
“Cuando empecé el Director era Enrique, la señorita Tila, Clarita Cafferatta, Regente tuve a Teresa Gelmi y la Señorita Tila, Griselda Castillo, con Raúl Barrios nos llevábamos muy bien, nos criamos juntos, yo nací al lado de la casa de él, nací donde esta Bodrone ahora, en esa época era la Cancha de San Martín, ahí jugaban todos los campeonatos, ahí empezó a gustarme el futbol, según mi mama me escapaba a los 2 años, me prendía por el tejido y miraba los partidos de esa época”.
“Fue así que vine a hacer suplencias en la Escuela Normal  y me quede, vino un pariente mío que era amigo de uno que trabaja en el Ministerio de Salud de la Nación, el patrón de él era de Mercedes, y él se quedo acá, el hermano de Chela Quintana, conversamos y me dijo hacemos una nota y que cuando venia su jefe íbamos a hablar con él, cuando volvió me llamo y me presento, conversamos y me dijo que tendría mi nombramiento dentro de un mes, en esa época el Ministro era Catalán, la Escuela Normal dependía del Gobierno Nacional en esa época, le estuve haciendo una suplencia de un año a Nene Larroca, y terminaba el 30 de febrero y ese día llego el nombramiento mío”.
“Recuerdo a todos mis colegas, nunca tuve problemas con nadie, siempre me llaman me saludan, en vacaciones vivo saludando amigos”.
“Desde que entre a la escuela me adapte a todos los chicos, desde que entre hasta que termine ahora, sigo yendo a la escuela y los chicos conmigo como siempre”.
“Uno siente cuando deja una cosa que está bien, que le gusta sobre todo, pero siempre vengo, así que no sufro nada, me pase 7 años de la jubilación, mi hija me jubilo, llevo los papeles y a los tres meses vino, me dijo papa ya estas jubilado, soy jubilado pero sigo yendo a la escuela, voy a visitarlos, tuve y tengo la suerte de tener a todos conmigo, mis hijos, mis nietos”.
“Tengo 72 años, hago tres viajes a mi casa, un sábado o domingo voy hasta Arroyo Vega trotando, le doy gracias a Dios por lo que me da hasta el día de hoy, voy corriendo y hasta ahora no siento nada”.
“Empecé a jugar al futbol a los 8 años en el año 50’, en la 5ta de San Martin, tengo 72 años  y el año pasado fue el último partido que jugué en el Campeonato de Veteranos, tengo un diploma que me dieron, hice muchísimos amigos en el deporte y en la Escuela Normal, quiero agradecer a las mamas de todos los chicos de la escuela, casi todos me conocen, tengo muchas amigas mamas, somos conocidos con ellas, conversamos, siempre las respete a todas”.
“Nunca hay que decir no, siempre hay que decir si, si uno no puede levantarse de la cama tiene que decir sí, si uno no puede correr tiene que decir si corro, toso eso le hace bien al cuerpo humano, con la salud uno tiene todo”.
“Tengo un nieto y cinco hijos, tres mujeres y dos varones, una trabaja en la Escuela 53 se llama Maria Rosa, el segundo es Albañil, otra trabaja en Eme y Eme, uno de los varones trabaja en Escribanía, y mi nietito”.
20141017_185620

Hallaron cementerio de animales de 200 millones de años




Paleontólogos argentinos encontraron un centenar de microfósiles en la cuenca de Marayes, ubicada al este de la provincia de San Juan. Este extraordinario cementerio de animales está compuesto por esfenodontes, reptiles mamiferoides y reptiles cocodrilomorfos.Investigadores del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de San Juan, encargados de estudiar los yacimientos más completos y valiosos de las primeras eras de los dinosaurios, fueron los responsables de este nuevo hallazgo. A partir del estudio que realizaron sobre los fósiles, pudieron determinar que, hace 200 millones de años, el sitio poseía un clima árido hipersalino.
Algunos de los ejemplares descubiertos presentan marcas de mordeduras, por lo que una de las hipótesis es que estos pequeños animales fueron transportados por sus predadores y ello favoreció a que fueran encontrados en un área de apenas 80 metros cuadrados.
La doctora Carina Colombi contó a la Agencia CTyS que, junto con miembros de su equipo de trabajo, encontraron “un nivel exquisito con más de 100 individuos, todos ellos de tamaño menor a cinco centímetros, incluidas pequeñas mandíbulas con sus dientes”.
Colombi explicó que el hallazgo permitió confirmar que si bien los dinosaurios sauropodomorfos eran las especies más comunes en la cuenca de Marayes -ubicada aproximadamente a 30 kilómetros de la ciudad de Marayes-, ellos convivían con una fauna muy numerosa y diversa.
“Es un nivel anormalmente rico en fósiles de pequeño tamaño, lo que en paleontología se llama microsite o bone-bed de microfósiles”, detalló la investigadora. Y agregó: “Este nivel se formó hace 230 millones de años atrás, durante el Triásico Superior, y junto con los yacimientos preservados en la cuenca de Ischigualasto, conforma uno de los mejores registros de la paleofauna triásica del mundo”.
Colombi, especializada en reconstruir los paleoambientes del punto de vista tectosedimentario y paleoclimático, aseguró que el hallazgo de microfósiles tan variados es muy útil “para reconstruir cómo se interrelacionaban los diferentes animales, las plantas y el ambiente en el que se desarrollaron”.
Causas que ocasionaron el cementerio de animales
El centenar de microfósiles fue hallado en un área que ronda los 80 metros cuadrados. Para explicar esta acumulación tan llamativa, los investigadores manejan varias hipótesis.
Colombi comentó que “una posibilidad es que animales de mayor porte, que desconocemos a qué especie pertenecerían, pero que posiblemente tenían un tamaño semejante al de una hiena, cazaran a estas pequeñas especies y las llevaran a un sitio común para alimentarse”.
La investigadora explicó que, en ocasiones, se puede encontrar cementerios de animales que por sus propios hábitos se acumulan en un determinado lugar, para empollar u otro motivo, o que acostumbran desplazarse en grandes grupos. Y, al acontecer un evento excepcional, tal como una erupción volcánica, fallecen y quedan enterrados todos juntos. Por otra parte, también es posible que una fauna fallezca en partes distintas y sea acumulada por un río por ejemplo.
Para explicar el bone-bed de microfósiles de Marayes, los investigadores se inclinan a pensar que se combinaron diversos factores. La doctora Colombi explicó que “los restos fueron acumulados por predadores, lo que provocó una selección de presas pequeñas que presentan marcas de mordidas”.
“Luego, seguramente, un agente como el agua barrosa desbordada de un río se encargó de transportar estos restos un corto trayecto y quedaron acumulados en un cuerpo de agua temporario en la llanura, donde se alteró la superficie de los fósiles por el crecimiento de algas y otros microorganismos, y comenzaron a mineralizarse a medida que quedaban enterrados por el barro salino”.
Paleoplantas, dinosaurios y dióxido de carbono
La conservación de los fósiles en varios yacimientos de San Juan es sorprendente, pero por sobre todas las cuencas se destaca Ischigualasto, porque no solamente preservó a los ejemplares más completos de primeros dinosaurios a nivel mundial, sino que también contiene de manera inmejorable a las plantas que vivieron durante el Triásico.
Colombi comentó que “por lo general, en paleontología, si tenés la suerte de encontrar restros de una planta, lo que queda de ellas es el moldecito, como si apoyaras la hojita en una plastilina, y un poco de carbón que indica que allí hubo materia orgánica, pero en Ischigualasto tenemos la fortuna de que no solo está el moldecito, sino también la cutícula, lo cual es muy bueno, porque es como una momificación, y vos podés levantar la hojita y mirarla y eso nos permite hacer estudios geoquímicos de isótopos estables y determinar la cantidad de dióxido de carbono que hubo en la atmósfera en esa época”.

Así, la investigadora Colombi buscará reconstruir, entre otros factores, los niveles de dióxido de carbono que hubo en la paleoatmósfera y entender cómo sus variaciones a lo largo del Triásico estuvieron acompañadas por el aumento o disminución de las diversas especies.

“Estoy avanzando en dicho trabajo, que será muy importante, porque permitirá saber qué poblaciones de animales, sean dinosaurios, reptiles, protococodrilos, u otros, se vieron favorecidas o desfavorecidas por los cambios de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera”, aseveró la especialista.


Martes, 21 de octubre de 2014