11 de octubre de 2014

Aprestan el Arsat 1 desde estación terrena en Benavidez para viaje al espacio

espacio


Ingenieros y técnicos aprestaban hoy desde la estación terrena en la localidad bonaerense de Benavídez el lanzamiento al espacio del primer satélite geoestacionario argentino, Arsat-1, que está acoplado al cohete para despegar el próximo 16 de octubre a las 18 desde la base de Kourou, en Guayana Francesa.
"El futuro que estaba cercano está pronto a hacerse realidad", afirmó el presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi, al recibir a la prensa en el amplio predio de la empresa en la que trabajan unas 450 personas, sembrado de inmensas antenas satelitales y desde el que se comanda el aparato.
El jefe de Operaciones Satelitales, Juan Aurelio, contó que la rutina de las próximas jornadas consiste en "tener agendados los eventos del lanzamiento y hacer un chequeo" de las funciones.
"Hacemos un ensayo del día del lanzamiento y vamos recibiendo datos del satélite que ya está montado y listo para el lanzamiento; uno de los chequeos es que estamos conectados para el momento en que se lanza, cuando hay que intercambiar información de la trayectoria y el lugar en el que se inyecta" en la órbita.
Esta etapa es muy delicada, ya que deben posicionar al aparato de tres toneladas desde los 250 kilómetros de altitud, donde lo suelta el cohete, a los 36 mil kilómetros de altura desde los que debe prestar servicios durante unos 15 años de televisión directa al hogar, acceso a Internet para su recepción en antenas Vsat y telefonía IP a toda Argentina y países limítrofes.
Aurelio indicó que continuarán los chequeos en las próximas jornadas y "como somos centro de control de emisión, seremos los encargados de dar luz verde cuando esté todo bien para lanzar".
"Sin duda, el momento muy crítico es el del lanzamiento, con mucha energía acumulada en el lanzador, que comienza a tomar velocidad y altitud y, cuando llega al punto de inyección, separa el satélite", dijo Aurelio ante una pregunta de Télam.
Desde ese momento, "el satélite se enciende, transmite cielo a Tierra, nosotros recibimos esos datos y desde ese punto tomamos el control del satélite", precisó Aurelio, un joven ingeniero electrónico egresado de la Universidad Tecnológica Nacional que dirige a la veintena de profesionales que no despegan la mirada de las pantallas.
"Cada uno tiene un rol específico durante el lanzamiento: algunos son los encargados de enviar comandos al satélite y recibir los datos, otros expertos se focalizan en el satélite que tiene muchos eventos complejos: el operador sigue la secuencia de eventos y el experto se sumerge en su subsistema y lo analiza en profundidad".
Así, se requiere el análisis del experto térmico, que analiza la salud del satélite y envía sus recomendaciones, tanto como el de energía eléctrica, potencia, control de orientación, computadoras de a bordo, propulsión y otros.
Toda en la estación terrena está redundado, cada sistema o máquina está duplicado por si falla uno; luego la carga va bajando porque en seis meses uno empieza a conocer el satélite y cómo se comporta en órbita, y lo ajusta para el sistema de operación óptimo", describió.
Bianchi informó que "Argentina gasta anualmente unos 25 millones de dólares en alquiler de capacidad satelital que, una vez transferidos los clientes al Arsat 1, vamos a dejar de gastar".
"En términos satelitales vamos a incrementar los servicios localmente, y parte del crecimiento del mercado se va a cubrir con satélites hechos y operados en la Argentina; la capacidad satelital empresaria está concentrada en tres empresas, una estadounidense, una europea y una mixta", indicó.
Bianchi reivindicó "el trabajo en equipo para empujar proyectos de este tipo, que son decisiones de Estado. Entonces el jueves, la decisión tomada de hacer satélites en Argentina por ahí se va a convertir en una visión, y los que la terminan de cerrar son los que trabajaron para que no fuera una idea abstracta sino una realidad".
El secretario de Comunicaciones del Ministerio de Planificación Federal, Norberto Berner, dijo que "en términos de conveniencia económica para el país, sin duda este proyecto a largo plazo -que demandó 270 millones de dólares para el primer aparato- merece el esfuerzo".
"Por el solo hecho de no tener que girar divisas al exterior en concepto de alquiler de servicios satelitales internacionales, y por ingresar divisas en concepto de alquiler (de los nuevos servicios nacionales), merece la pena el esfuerzo", enfatizó.
"En términos de soberanía, desde el punto de vista político, económico y regional, es un negocio a largo plazo, si no, ningún país desarrollado invertiría en esto ni tampoco pelearían en la Unión Internacional de Telecomunicaciones tener más órbitas".
Si Argentina perdía la posición orbital 81, que ocupará el Arsat 1 y es codiciada porque enfoca desde Estados Unidos hasta las Malvinas inclusive, "el país que está detrás es Gran Bretaña: digan si no merece la pena haber asegurado la órbita, que también es parte de la soberanía", concluyó Berner.

La NASA asegura que Marte puede ser el próximo paso de la humanidad




Cuarenta y cinco años después de la llegada a la Luna, la agencia espacial estadounidense apunta ahora al planeta rojo. "Estamos en un nuevo horizonte, a punto de dar el siguiente paso gigante en lo profundo del sistema solar”, indicó.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) afirmó que la próxima década de exploración será un momento emocionante de rápido desarrollo tecnológico y de pruebas.
"Estamos en un nuevo horizonte a punto de dar el siguiente paso gigante en lo profundo del sistema solar a medida que desarrollamos y probamos nuevas herramientas de vuelo en el camino a Marte", apuntó la agencia federal en su página web.
La NASA acaba de celebrar el hito histórico de llegar a la Luna encabezado por los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins el 20 de julio de 1969, y mira hacia delante de cara a lo que está por venir: una misión humana a Marte.
Al finalizar la era del Apolo, los científicos se enfocaron en tecnología para crear una nueva era de exploración.
Una era que incluyó la construcción de la Estación Espacial Internacional (EEI), los transbordadores espaciales, el telescopio Hubble, el envío del robot Mars a Marte y la salida del Voyager 1 al espacio interestelar.
El administrador de la NASA, Chris Bolden, señaló que para el nuevo camino hacia lo profundo del sistema solar se han estado preparando desde hace 13 años en la Estación Espacial Internacional.
La EEI, que vuela en una órbita de 400 kilómetros por encima de la Tierra, ha sido una herramienta fundamental para dar a los científicos la información necesaria sobre la vida durante largos períodos de tiempo en el espacio.
Bolden indicó que el próximo paso es probar nuevas tecnologías en el espacio profundo con una misión a un asteroide, para poder ser independientes de la Tierra cuando se logre llegar a Marte.
Desde hace meses los científicos trabajan en Nueva Orleans en la construcción del cohete más poderoso jamás construido por el hombre.
Este cohete se denomina 'Sistema de Lanzamiento Espacial' (SLS, por sus siglas en inglés), que permitirá que la nave Orion que también se desarrolla, llegue a Marte.
El lugar de trabajo es el Michoud Assembly Facility, el cual se encuentra cerca del 'French Quarter' y es el mismo donde se construyó el cohete Saturn que llevó las misiones Apolo que concluyeron en la Luna.
El SLS es un cohete de lanzamiento de diseño flexible y evolutivo para cargas pesadas que atenderá una variedad de requerimientos de tripulación y cargamento, de acuerdo con la NASA.
Será el cohete impulsor más grande de la historia incluso mayor que los Saturno V, que llevaron al hombre a la Luna y tendrá la capacidad de transferir equipo y experimentos científicos al espacio profundo, además de la cápsula tripulada Orion en la punta.
El SLS tendrá en una primera etapa de capacidad para 77 toneladas, pero posteriormente evolucionará a una capacidad de lanzamiento sin precedentes de 143 toneladas, la cual permitirá misiones a puntos más lejanos del sistema solar.
La exploración a Marte es algo que desde la década de los años 60 intentaron Estados Unidos y otros países de la Unión Europea, así como Rusia, India, China y Japón.
Pero por ahora sólo Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea consiguieron colocar robots en el planeta rojo.
Luego del término del programa de transbordadores en 2011, la NASA espera comenzar a probar la nueva nave Orion desde la base de Cabo Cañaveral, en Florida, a partir de diciembre próximo.
Esta nave que será puesta en órbita por el SLS, cuenta con el escudo más grande de calor que jamás haya sido construido y una computadora 400 veces más rápida que la de los transbordadores espaciales.
El plan de prueba es que Orion realice una órbita a la Tierra dos veces durante un viaje de casi cinco horas y regrese a la atmósfera a unos 32.186 kilómetros para caer en el Océano Pacífico.