En el programa “La mañana de Noticias” entrevistamos telefónicamente a Javier Miño, quien es padre de un niño que sufrió agresión en la Escuela N°405 de Pueblo Libertador, para hablar de lo sucedido en dicho establecimiento.
– Javier, quisiéramos saber sobre lo sucedido a tu hijo en la Escuela N°405 de Pueblo Libertador.
– Bueno, la verdad es que estamos muy mal con lo sucedido con mi hijo. Hacía dos semanas que él volvía con problemas a casa y el día miércoles de la semana pasada nos comenta lo que estaba pasando y cuando fui a hablar a la Escuela me dicen que era un problema de un grupo de chicos y que ellos me iban a informar. Le dije al director que tenía que llevarlo al hospital porque se sentía mal y luego de hacerle placas salió que tenía dos costillas fisuradas. Yo le pregunté bien qué es lo que le había pasado y me dijo que sufrió unos golpes de unos compañeros, un chico que está en sexto, vino de sorpresa y no se acuerda si fue una trompada o una patada en las costillas. Como nosotros le habíamos comprado un teléfono para que él se comunique con nosotros, ese mismo chico se lo rompió. El director, luego de enterarse de que tenía las fisuras en la costilla, recién el día sábado habló con la maestra para que se acerque a mi casa y verlo, para ver si era verdad, porque ellos decían que eso le pasó en la casa.
– ¿En qué grado está su hijo?
– En quinto grado.
– ¿O sea que es menor que los agresores?
– Así es, mi hijo tiene 11 años. Los otros chicos lo encerraban en el baño y le tiraban agua. Yo lo hablé en la escuela y planteé que la culpa es de los maestros que no se fijan por los chicos.
– ¿Esto pasó sólo ese día o ya venía pasando? Porque esto ya pasó de ser Bullying, esto ya es violencia.
– Si, hace dos semanas atrás más o menos que viene pasando esto.
– ¿Nunca alguna maestra advirtió y le avisó que esto estaba pasando?
– No, ninguna maestra ni el director. A nosotros nos extraña eso. Él se encontró enfermo, le dijo a la maestra que le dolían las costillas y nos avisó para que le busque, pero dijo que tenía “maña”. Yo le pregunté qué le pasaba, me dijo que nada y se fue directo a la cama.
– ¿Están identificados los agresores?
– Si, sabemos quiénes son, ellos entran perfectamente a la escuela.
– ¿Hicieron alguna reunión informativa con los padres como para saber qué es lo que se va a hacer?
– Yo me acerqué a hablar con el director pero no tengo información de que alguna vez hayan citado a los padres.
– ¿El director se acercó a su casa en algún momento para ver cómo estaba su hijo?
– No, en ningún momento. El día sábado mandó un mensaje para preguntar cómo estaba el chico y ayer lunes nos fuimos a la escuela a hablar.
– ¿Quién es el director del establecimiento?
– El Prof. Gabriel Bordón.
– ¿Y en cuanto a la salud, cómo está su hijo?
– Alejandro está bien, está tomando sus calmantes. Anoche sintió unas puntadas nomás, pero él está recuperándose.
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