La comunicación fue para transmitir tranquilidad y fe antes de que Rebechi sea operado del corazón, el próximo mes.
Héctor junto a su mujer y sus dos hijos. Foto: diarioepoca.com
El esquinense Héctor Rebechi recibió ayer una grata e importante llamada. El hombre de 70 años debe ser intervenido quirúrjicamente en los próximos días por un problema en el corazón, y el Papa Francisco se comunicó con él por teléfono para informarle que rezará por su salud.
Según informó la periodista de diarioepoca.com, Natalia Pernizza, la comunicación pudo establecerse gracias a la amistad que tiene Silvina, su hija, quien trabaja en el Consejo Económico de la Curia como única mujer abogada desde hace más de 18 años. Ante la enfermedad de su padre y su pronta operación, la mujer le escribió una carta al sumo pontífice, quien no dudó en transmitirle tranquilidad al esquinense de forma directa.
Mi hija me había dicho que el Papa me iba a llamar, pero cuando escuché su voz fue algo increíble. Le conté de mi enfermedad y me dijo que iba a rezar por mí, que me quedara tranquilo”, manifestó a época Rebechi, quien será operado el próximo 23 de octubre en el Instituto de Cardiología de Corrientes, Juana Francisca Cabral.
“Hola, habla el Papa Francisco, me enteré por Silvina que usted anda con un problemita de salud, pero quédese tranquilo que yo voy a rezar por usted, todo saldrá bien”, le dijo el papa y, luego de la sorpresa, Héctor y Francisco entablaron una conversación, en donde hablaron de San Lorenzo, una pasión que los une.“Me quedé sorprendido y más con esa voz que tiene que transmite tanta tranquilidad. Yo soy medio duro para el lagrimeo, pero el llamado me dejó más tranquilo. Le dije que lo queremos mucho y que vamos a rezar por él”, agregó el esquinense a la periodista de época, también oriunda de esta ciudad.Rebechi había conocido a Francisco -cuando todavía era arzobispo- en Buenos Aires, oportunidad en la que fue a visitar a su hija, y el futuro papa pasó y les tocó el hombre de manera muy amable.Héctor trabajó durante años en la Dirección de Bromatología de Esquina, dependencia de la que hoy es jubilado, y cumplirá 71 años el próximo 21 de octubre, dos días antes de la operación. Pese al riesgo de la intervención, hoy más que nunca, “tiene toda la fe puesta en Dios”.
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