Nunca un apodo más adecuado que éste, el de Huracán. Porque Omar Narváez (40-1-2) fue una bestia arriba del ring, se lució en su Trelew natal, y GKOT10 a Hiroyuki Hisataka (22-11-1). Así, retuvo por octava vez su cetro mundial supermosca de la OMB.
Lo mejor de Narváez se vio en el cuarto round. Corrigió su precisión, y comenzó a machacar la cara del japonés, que no encontraba cómo defenderse de un verdadero Huracán de golpes. Así, lo fue lastimando, hasta que en el sexto lo tuvo a punto de besar la lona. Sin embargo, la campana fue amiga del asiático, y lo rescató.
Ya en el décimo, el retador no arrojaba reacción, y el árbitro no tuvo otra opción que detener el combate. Narváez, esta vez, cambió su estilo pensador y analista, y partió desde el primer minuto dispuesto a finalizar antes de tiempo. Lo logró, y su gente lo pudo disfrutar en vivo. Sí, en Trelew está la octava maravilla.
Ole - Jas12
Domingo, 25 de agosto de 2013
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