Con dos goles de Higuaín y otro del Kun, Argentina le ganó 3-2 a Suecia en una partido que terminó siendo una práctica con público. La Selección estrenó el año con un triunfo y suma 12 sin perder (tres empates), sin contar los duelos con Brasil.
Al final resultó un entrenamiento con público, mucho público, y nada mejor que eso para un Alejandro Sabella que todavía está en tiempos de prueba y análisis rumbo a Brasil 2014. Porque Suecia, con el Messi sueco (Ibrahimovic) y el inmortal Svensson, y con su buen presente en las Eliminatorias europeas, apenas fue un trámite para que Argentina ratifique que con los de arriba te matan, que los de atrás todavía tienen desacoples y que Messi es un show garantizado incluso cuando juega mirando el reloj para volver a ver a Thiago.
Bastó un tiempo para hacer realidad ese “temor reverencial” que el técnico Hamrén confesara en la conferencia de prensa de presentación del partido. En apenas un rato, con un Di María de conductor y asistidor, Argentina abrió el partido vía Higuaín, se pegó una siesta en una pelota parada y reaacionó al minuto con otra corrida y el gol del Kun. Luego apareció Messi, empujó el Pipita, a Leo le sacaron una en la línea en el ST, y Pachorra metió un cambio tras otro para ver nombres y tomar notas.
La Selección hasta se dio el lujo de tener más posesión que en otras noches, monopolizó el balón durante largos pasajes del partido, pero ratificó que la pilcha que mejor le queda, por las características del tridente, es la de contragolpeador serial. Así mata con frialdad y sin miramientos, como descubrió Suecia, otro más en la lista de víctimas del equipo de Alejandro Sabella que, sacando los amistosos con Brasil (sin europeos), apenas perdió un partido (Venezuela 1-0) y ya suma 12 sin perder (tres empates y 9 victorias).
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