9 de noviembre de 2015

Habrían identificado al autor intelectual del derribo del avión ruso




Según la inteligencia británica sería el egipcio Abu Osama al-Masri, líder del grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis, aliado del Estado Islámico y que se asienta en el Sinaí. Desde el gobierno de El Cairo desmintieron la hipótesis de atentado y le restaron importancia a la información.
Mientras los investigadores internacionales siguen analizando las posibles causas del derribo del avión ruso, que el 31 de octubre pasado cayó en el Sinaí ocasionando la muerte de 224 personas, el diario británico Sunday Times aseguró ayer que el líder del grupo yihadista Ansar Beit al Maqdis, el egipcio Abu Osama al-Masri, sería el autor intelectual del supuesto atentado, lo cual fue desmentido por el gobierno egipcio.
Según consignó Tiempo Argentino, la publicación británica se basa en declaraciones anónimas de funcionarios de inteligencia que, al parecer, reconocieron la voz del líder del grupo insurgente, vinculado al Estado Islámico (EI) en la península del Sinaí, en la primera reivindicación del grupo terrorista.
Los funcionarios de inteligencia citados por el dominical sospechan que Masri podría ser el autor intelectual del supuesto ataque contra el Airbus ruso, y ratifican la hipótesis de que el derribo tuvo que ver con la explosión de una bomba en el interior de la aeronave.
Fuentes del gobierno británico, en tanto, se limitaron a definir a Masri como una figura "de interés" y agregaron que Londres está listo para "ayudar" a Egipto y Rusia para "capturarlo o matarlo".
Si la caída del avión se produjo por una bomba de la milicia afín al EI, entonces "deber ser revisado el nivel de seguridad" en las regiones en las que está activo ese grupo.
Según la prensa occidental, los investigadores egipcios están "seguros en un 90% de que el ruido grabado por las cajas negras es la explosión de una bomba". Sin embargo, desde el gobierno de El Cairo desmintieron la hipótesis de atentado y le restaron importancia a la información publicada por Sunday Times. "No respondemos a fuentes anónimas que dan noticias no verdaderas a la prensa. Que indiquen el nombre de la fuente. La información es falsa", aseguró el vocero del Ministerio de la Aviación Civil en Egipto, Mohamed Rahma.
"La Comisión de investigación sobre el derribo del avión ruso no prestará atención a las noticias circuladas por las agencias de prensa occidentales que buscan perjudicar a Egipto", añadió el portavoz.
Según indicó Rahma, "los investigadores internacionales" que participan del trabajo para conocer qué pasó con el Airbus no confirmaron "una explosión a bordo del avión", por lo que lamentó que se esté librando "una guerra mediática" con el objetivo de "golpear a la economía egipcia y el turismo" en ese país.
Por último, el vocero de la cartera egipcia concluyó que "la Comisión está estudiando con gran interés todos los posibles escenarios para determinar la causa del incidente y por el momento no se llegó a una conclusión definitiva".
Al-Masri es un predicador egipcio de 42 años, formado en la Universidad al-Azhar del Cairo y convertido luego en un punto de referencia del grupo radical islámico Ansar Beit al Maqdis (Los partisanos de Jerusalén), que desde el año pasado selló una "alianza" con el EI y pasó a ser una wilayah, una provincia del "califato".
Este grupo yihadista, que aterroriza desde hace años el norte del Sinaí con ataques a las fuerzas de seguridad y la policía de Egipto, cambió de estrategia y su adiestramiento militar desde su acercamiento al EI, al adoptar ataques y operaciones suicidas cometidos con armas y municiones más sofisticadas.
El EI, por su parte, aseguró el sábado pasado a través de audios y videos publicados en su cuenta en Twitter haber abatido el avión ruso que cayó en el Sinaí con una bomba, no con un misil, como se había especulado. En el video de siete minutos, titulado "Satisfacción de las almas en el crimen de los rusos", el EI afirma que el responsable del ataque es su grupo afiliado en Egipto.
Tras el siniestro, el Reino Unido consideró necesario mejorar los controles de seguridad en los aeropuertos del Cercano Oriente, según informó el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond.
Si la caída del avión se produjo por una bomba de la milicia afín al EI, entonces "deber ser revisado el nivel de seguridad" en las regiones en las que está activo ese grupo, sostuvo Hammond, y añadió que esto puede derivar en costos más alto y más tiempo de espera.
"Debemos garantizar que la seguridad aérea sea del más alto nivel en todas partes y que en ella se contemplen las condiciones locales", concluyó Hammond.

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