8 de julio de 2017

Técnicos dicen que no pueden colocar un puente Bailey y uno nuevo tardará dos años


La rotura en tres o cuatro partes de la estructura sobre el arroyo Aguará, un brazo del Río Corriente, implica que no pueda resolverse tan fácilmente el problema del tránsito sobre la Ruta Nacional 12.
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Si bien desde Vialidad Nacional en Buenos Aires dijeron que se solucionará en pocos días, el desconocimiento de las evaluaciones a la distancia están muy lejos de la realidad.
El puente ubicado en el sur provincial, deja a las comunidades de Esquina, Pueblo Libertador, Malvinas y Guayquiraró, además de cientos de parajes rurales, en total incomunicación con el norte provincial por ruta pavimentada.
El viaducto se rompió en su cabecera, y en dos plateas intermedias, lo que hace difícil reconstruirlo a la brevedad. La distancia entre cabecera y cabecera, es además de cien metros, lo que hace imposible colocar un puente Bayley, que solo debe apoyarse con seguridad sobre base de suelo estable. Las bases de lo que quedó del puente y su estado incierto, hace difícil colocar sobre ella una nueva estructura.
Los técnicos del Ejército que están dando apoyo en el lugar a pobladores que deben cruzar en botes de goma en casos de emergencia, anticiparon que no habrá una salida rápida al percance vial.
Por ahora, solo queda esperar a que descienda el nivel del agua del Río Corriente, (no del Paraná, que está a varios kilómetros de distancia), y se estima que varios cabezales del puente deberían estar en la misma situación del tramo caído.

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