1 de julio de 2015

Juan Domingo Perón, entre el amor y el odio

Pasadas las 13 horas de un 1 de julio de 1974 partía el hombre que revolucionó todo un país

Juan Domingo Perón, entre el amor y el odio
Juan Domingo Perón
ARGENTINA.- El 1 de julio de 1974 moría Juan Domingo Perón en lo que era su tercer mandato presidencial, que lo llevó a quedar en la historia como el creador del movimiento peronista, el mayor partido de masas del mundo occidental.
 
Perón luchó principalmente por establecer la justicia social, alterando la base productiva agraria y dependiente del país y promoviendo su acelerada industrialización. Fue creador y nacionalizador de los instrumentos básicos de un Estado industrialista y promotor, en sólo nueve años de gobierno nacionalizó la empresa petrolífera YPF, la red de ferrocarriles, el comercio exterior y los depósitos bancarios, creando Agua y Energía Eléctrica, Gas del Estado, Aerolíneas Argentinas, ELMA. Líneas Marítimas del Estado, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Centro Atómico Bariloche, así como también el CONICET.
 
A instancias de su esposa Eva Perón se consiguió al fin sancionar el voto femenino, alcanzando un sistema electoral por primera vez, universal. Puso en marcha y en efectiva ejecución el estatuto del peón, los derechos del trabajador, los derechos de la ancianidad, los convenios colectivos de trabajo, la ley de previsión social, la ley de accidentes de trabajo, la ley de vivienda obrera, el sueldo anual complementario, los regímenes de jubilación, las reglamentaciones de las condiciones del trabajo y del descanso, etc.
 
Pero tal vez el mayor aporte de su obra, la reforma más trascendente de la historia argentina en el siglo XX, fuera la Constitución de 1949, la primera junto a las de México y la República de Weimar en adscribir al constitucionalismo social que concibe al ser humano no sólo como un poseedor de derechos individuales sino fundamentalmente como acreedor de derechos sociales cuya satisfacción debe garantizar ineludiblemente el Estado.
 
Perón pudo regresar al país recién tras 17 años de exilio. Recién en 1973 que en las elecciones convocadas tras la renuncia a la primera magistratura de su delegado Héctor J. Cámpora, pudo presentarse a elecciones presidenciales, en las que se impuso con más del 60% de los votos.
 
Su salud le impidió seguir con su mandato, pero su legado ya quedaba en la historia del pueblo, el mismo que lo llevó a ser quizá el político y estadista más importante de la historia del país, amado y odiado, pero dueño de apellido más nombrado en la vida política nacional. (Redacción El Intransigente)