11 de octubre de 2020

Relato de la nuera de “Chungui” Rohner: “Para que se terminen las suposiciones y se diga la verdad les voy a decir que paso”

 


Estábamos comiendo al mediodía en familia y mi suegro nos dice lo invite a Raúl y a la mujer, porque  viste que Raúl está medio depresivo porque tiene miedo del virus porque tiene EPOC para que disfrute un rato en el campo, a lo que Augusto le dice y porque no van a comer  y el Tata le contesta, no porque hace calor y por su EPOC él se tiene que nebulizar todos los días.

Ahí lo llama a ése señor y le dice: quieres que te busque o preferís a las 3 hs así dormís la siesta

Quedaron en salir a las 3.

Terminamos de comer, Augusto le fue a cargar la camioneta para que lleve todo lo que tenía que llevar  y yo me levanto y le pregunto, TATA querés que le diga a Augusto para que vaya y te baje la lancha? A lo que él me respondió: no está Gastón y Diego allá, ellos me bajan…

Quedamos así y él se va, busca al matrimonio y se van al campo. Llegan al campo les muestra la casa como hacía siempre, le ofrece algo de tomar y salen a dar un paseo en lancha , él les quería mostrar todo, luego vuelven se ponen a tirar al blanco para usar sus armas, luego tomaron el té y cuando se hicieron las 8, (cosa del destino porque siempre que vamos a pasar el día cuando baja el sol volvemos y él siempre volvía antes) y ahí le ofreció una picada; mi suegro tomó medio vaso de cerveza que se habrá servido para acompañarlo, porque el que lo conoce sabe que mi suegro no toma, y el señor  tomó 3 vasos de whisky, la señora nose.

Siguieron conversando se despidieron del personal y se fueron, hasta ahí estaba todo bien.

Lo único que pasó por la cabeza de mi suegro fue hacerlos pasar un buen día, como a él le gustaba, invitar y agasajar a sus amigos. Don de gente…

Cuando llegaron al guardaganado este señor le pregunta. ¿Quién maneja? A lo que el Tata le contesta: yo chungui, y siguen hablando como si nada, comienzan a hablar este señor  se exalta y la mujer lo calma y siguieron ahí, saca el arma y le dispara el primer tiro, mi suegro dice “nooo”!.. y le dispara  2 mas por supuesto mi suegro murió en el acto, lo único que le agradezco a Dios es que no lo hizo sufrir,  el chico que iba atrás que trabaja en el campo y pasaba todo el día con el Tata porque iban de un lado para el otro, cuando éste hombre dejó de disparar se va hacia adelante agarra el volante y estaciona porque sino iban a volcar porque en el primer  tiro el Tata suelta el volante, en ese momento la señora le dice:” que hiciste lo mataste a chungui” a lo que él responde: “ no es chungui” , ella le saca el arma y el otro chico se baja y sale a correr hacia “La Pelada” para avisar para que avisen. Después vuelven al lugar pero ya no se podía hacer nada.

La señora lo llamo a su hijo y creo q fue el primero en llegar al lugar.

Cuando llegamos nosotros, que pensamos que fué un disparo en la mano que se le escapó, yo me bajé corriendo porque el Tata estaba en la camioneta, pero no me dejaban acercar igual pasé le abrí la puerta y él ya estaba sin vida, -sentado como un señor que era-, lo abrace tan fuerte como nunca lo había hecho, ya nada se podía hacer, en ése momento nuestras vidas se apagaron, nos mataron a nosotros también.-

“En fin no llevaban alcohol y todas las sartas de pelotudeces que dicen”…

Este señor  grande de 85 años iba todos los días al campo (a trabajar), andaba armado siempre, pero con todos los papeles y los permisos que se deben tener,  tenía mucha vida x delante, estaba bien de salud y de cabeza  y por  hacer sentir bien a alguien se la arrebataron en un segundo,

No comparto tampoco lo de culpas compartidas porque sólo lo hizo pasar un buen día y si no podía tomar o lo que sea, no es él el que lo tenía que parar y otra cosa que escuchamos. Que se sentían mal por cómo iba a seguir esto… y ¿cómo piensan que nos sentimos nosotros?, a nosotros nadie nos va a devolver a el Tata,  dejaron una familia destrozada y encima tenemos que escuchar  miles de pelotudeces, tengan un poco de cordura y llámense al silencio que la verdad es una sola y no la van a cambiar. Fin.

Gracias a Diego que se bancó todo ésto, valés oro para nosotros a cada uno del personal que lo atendieron con amor y actuaron rápido aunque nada se podía hacer y por quererlo tanto, gracias a cada una de las personas que estuvieron, por sus mensajes de amor. Él hubiera leído cada uno de sus mensajes y se pondría contento… se nos fue un señor y descansa en paz…

Cada uno cosecha  lo que siembra  y se notó porque fueron tantos los llamados de afectos de todos lados, él era un hombre muy querido con historia.-

¡Hasta siempre TATA, te amamos por siempre!

MARIA JOSE IGLESIA (nuera)